🔰 Serie “Historias de la Guardia Civil”:
- Parte 1 – El origen del Cuerpo (1844)
- Parte 2 – Primeros servicios destacados
- Parte 3 – Consolidación en el siglo XIX
- Parte 4 – Grandes hitos del siglo XX
- Parte 5 – Curiosidades y anécdotas reales
- Parte 6 – La Guardia Civil en la actualidad
Con este reportaje queremos profundizar en muchos aspectos desconocidos de la Guardia Civil. La historia del Cuerpo está llena de innumerables hechos, servicios, anécdotas y curiosidades que nos ayudan a comprender mejor la esencia del Instituto. Esta serie, titulada “Primera vez: historias de la Guardia Civil en el tiempo”, recoge momentos que sucedieron por primera vez y que marcaron el camino del Cuerpo.
Primera vez: Que la Guardia Civil tuvo un Director General (1844)
Francisco Javier Girón, el fundador de la Guardia Civil
Francisco Javier Girón y Ezpeleta de las Casas y Enrile, II Duque de Ahumada y V Marqués de las Amarillas, nació en Pamplona (Navarra) el 11 de marzo de 1803.
Pertenecía a una familia noble de fuerte tradición militar. Desde niño estuvo vinculado al Ejército: en 1815, con solo 12 años, accedió al Ejército con el grado de capitán, en reconocimiento a los méritos adquiridos por su padre durante la Guerra de la Independencia.
El primer Director General del Cuerpo
Girón fue el artífice de la creación de la Guardia Civil y su primer Inspector General.
Fue nombrado para este cargo en septiembre de 1844, y dos años después ascendió a teniente general. Permaneció al frente del Cuerpo hasta 1856.
Posteriormente tuvo un segundo mandato, iniciado el 12 de octubre de 1856, que finalizó en 1858 cuando fue nombrado Comandante General del Real Cuerpo de Alabarderos.
Su fallecimiento y su último deseo
Falleció el 18 de diciembre de 1869 en su domicilio de la calle Factor (Madrid), muy cerca del Palacio Real.
En su testamento dejó un deseo muy particular, reflejo de su cariño por el Instituto:
“Vestido con mi uniforme de Inspector General de la Guardia Civil, que tanto me ha honrado […] y quiero también ser bajado hasta el carro y llevado luego al nicho en hombros de los guardias civiles, a quienes ruego asistan todos a mi entierro.”
La Guardia Civil cumplió su voluntad con profundo respeto.
Como reconocimiento permanente, fue nombrado “Coronel Honorario de la Guardia Civil”, una de las más altas distinciones dentro del Cuerpo.
Sus restos reposan en el panteón familiar del Cementerio de San Isidro (Madrid), lugar donde aún hoy se le recuerda como el creador del Instituto.

Primera vez: Se da a conocer la plantilla inicial del Cuerpo (1844)
La aprobación del proyecto fundacional
El 3 de mayo de 1844, el Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra, el Capitán General Ramón María Narváez, aceptó las siete condiciones impuestas por el Duque de Ahumada para asumir el mando del nuevo cuerpo que sería conocido como Guardia Civil.
El proyecto había sido previamente aprobado mediante un Real Decreto, sancionado por la Reina ocho días después y aprobado en Consejo de Ministros el 20 de marzo de 1844. Con esta decisión se daba el impulso definitivo a la creación de una institución destinada a perdurar hasta nuestros días.
La primera plantilla de la Guardia Civil
La selección de personal fue extremadamente exigente.
Ahumada quiso contar únicamente con lo mejor del Ejército del momento y, tras un duro proceso de evaluación, poco más de dos mil hombres fueron los elegidos para integrar la plantilla inicial del nuevo Cuerpo.
Un despliegue inmediato por toda España
Apenas constituida, la Guardia Civil comenzó a desplegarse rápidamente por el territorio nacional, con el objetivo prioritario de restaurar la seguridad en caminos, pueblos y zonas rurales, que en aquella época sufrían una notable inseguridad.
Este proceso de implantación, sin embargo, tuvo un alto coste:
muchos guardias civiles perdieron la vida en enfrentamientos armados con delincuentes, demostrando desde el principio el sacrificio y la entrega que caracterizarían al Instituto a lo largo de su historia.

Primera vez: Presentación de la Guardia Civil (1844)
La primera aparición pública del nuevo Instituto
Tras la aprobación del segundo decreto fundacional de la Guardia Civil, el 13 de mayo de 1844, se abrió un periodo inicial de reclutamiento e instrucción antes de que el nuevo Cuerpo comenzara su despliegue operativo por toda España.
Aunque la primera presentación oficial en público tuvo lugar el 1 de septiembre de 1844 en la zona de Atocha, con motivo de la designación del Duque de Ahumada como Inspector General, la primera vez que la Guardia Civil formó ante la ciudadanía en un acto plenamente organizado fue poco después.
La formación del 10 de octubre de 1844
El 10 de octubre de 1844, coincidiendo con el 14º cumpleaños de Isabel II, la Guardia Civil realizó una formación solemne que causó un profundo impacto entre los asistentes y en la prensa de la época.
La fuerza que desfiló estaba compuesta por:
- 2 Jefes
- 27 oficiales (Comandantes, Capitanes y subalternos)
- 5 compañías de Infantería, con 693 guardias
- 2 escuadrones de Caballería, con 236 jinetes
Los periódicos destacaron especialmente el vistoso uniforme, el porte marcial de los guardias y la solidez que transmitía este nuevo cuerpo armado, que comenzaba a darse a conocer ante la sociedad española.

Primera vez: Armamento inicial (1844)
La prioridad de Ahumada: la dotación de armamento
Tras la creación del Instituto, una de las principales preocupaciones del Duque de Ahumada fue equipar adecuadamente a los primeros guardias civiles.
Para ello, la Real Orden del Ministerio de la Guerra del 15 de junio de 1844 estableció el armamento oficial que debían portar tanto la Infantería como la Caballería.
Armamento asignado a la Infantería
Según la Real Orden, cada guardia civil de Infantería debía llevar:
- Un fusil, más corto “dos dedos” que el modelo ordinario, de calibre de a 15 en libra.
- Un sable igual al utilizado por la Infantería del Ejército.
- Una pistola pequeña.
- Una cartuchera para cuarenta cartuchos, con correa de ante del mismo color que el tahalí del sable y el ceñidor.
- El ceñidor llevaba una chapa sencilla con la cifra G.C.
Armamento asignado a la Caballería
Para la Caballería se dispuso lo siguiente:
- Carabina con bayoneta.
- Dos pistolas de arzón.
- Espada de línea.
- Cartuchera con correa de ante y gancho para la carabina.
- Cinturón del mismo color que la correa de la cartuchera.
- Silla de montar igual a la de la Caballería del Ejército, con pistoleras.
El primer fusil de dotación: Modelo 128
La primera arma larga asignada oficialmente al Cuerpo fue el fusil modelo 128, con las siguientes características:
- Calibre: 18,3 mm (de a 17).
- Peso: 4.490 gramos (4.905 gramos con bayoneta).
- Longitud total: 1.050 mm (1.870 mm con bayoneta).
- Cartucho: de papel.
- Bala: esférica, de 27 gramos.
Este equipamiento marcó los primeros pasos de la Guardia Civil, dotando a sus integrantes de un armamento uniforme y regulado desde el primer momento.

Primera vez: El primer servicio relevante (1844)
El asalto a la diligencia de Extremadura
El 13 de noviembre de 1844, apenas unos meses después de la creación del Cuerpo, la Guardia Civil llevó a cabo su primer servicio relevante, al impedir el asalto a la diligencia que se dirigía hacia Extremadura.
En aquel año, los continuos robos a diligencias eran habituales. Numerosos bandoleros y delincuentes se ocultaban en veredas y parajes apartados, aprovechando el clima de inestabilidad política y social que atravesaba España.
Los guardias civiles, recién constituidos y desplegados por los caminos del país, patrullaban con el objetivo de devolver la seguridad a las rutas de tránsito.
La persecución de los forajidos
Ese 13 de noviembre, se comunicó que la diligencia que se dirigía a Extremadura había sido asaltada y sus viajeros despojados de sus pertenencias.
Desde los pueblos de Móstoles y Carabanchel, un destacamento de la Guardia Civil al mando del teniente Matías del Campo partió en persecución de los delincuentes.
Los guardias localizaron a los forajidos en Navalcarnero, alrededor de las cinco de la tarde. Al verse descubiertos, los ladrones se enfrentaron a la fuerza pública en un tiroteo.
Finalmente, los guardias capturaron a cuatro integrantes de la banda, mientras que otro resultó muerto y cuatro más lograron huir debido a la orografía del terreno y la caída de la noche.
Identidad de los detenidos
Los apresados fueron:
- Antonio García, natural de Láncara y vecino de Madrid
- Juan Pérez, natural de Fuentes, sin domicilio
- José Chacón, natural de Valdepeñas y vecino de Madrid
- Un fallecido del que solo se conocía el apellido Blanco
Todos ellos eran jóvenes de entre veinte y treinta años.
Restitución a las víctimas y traslado a Madrid
La banda tenía retenidas a unas veinte personas, a quienes habían robado caballerías, dinero y efectos personales.
Todo fue devuelto por la Guardia Civil a las víctimas a su llegada al pueblo.
Los detenidos fueron encarcelados y trasladados posteriormente a Madrid junto con el fallecido, varios trabucos y la munición incautada.
El inicio del fin del bandolerismo
Este servicio fue un anticipo del éxito del nuevo Cuerpo.
En solo una década, la Guardia Civil logró limpiar los caminos de bandoleros y delincuentes, estableciendo la seguridad en las rutas españolas.
Solo en los años 1846 y 1847, el número de aprehensiones realizadas ascendió a 40.093 maleantes entre delincuentes comunes, desertores, contrabandistas y prófugos.
La eficacia del Instituto permitió devolver la tranquilidad tan anhelada en los caminos de España.

Primera vez: Uniforme primero (1844)
Las tres condiciones del Duque de Ahumada
El Duque deseaba para la Guardia Civil un uniforme que cumpliera tres requisitos fundamentales:
- Higiene: debía ser adecuado para un servicio de constante fatiga, a la intemperie, tanto de día como de noche.
- Elegancia: debía resultar vistoso y elegante, para dotar a los guardias de personalidad y representación.
- Identidad española: debía ser genuinamente español, evitando cualquier similitud con uniformes extranjeros.
Tras numerosas revisiones y criterios distintos, Su Majestad la Reina firmó la Real Orden del 15 de junio de 1844, aprobando el figurín presentado por el Duque de Ahumada.
Uniforme de la Caballería
La Real Orden establecía que la Caballería debía llevar:
- Sombrero de tres picos con galón de hilo blanco.
- Casaca azul con cuello, vueltas y solapa encarnada; forro azul para uso diario.
- Hombreras de cordón encarnado y blanco.
- Pantalón blanco de paño ajustado.
- Bota de montar para servicio a caballo.
- Levita azul con vivo encarnado.
- Pantalón azul con borceguí para servicio a pie.
- Capote azul, del admitido en general para montar.
- Cabos y botones blancos, con las iniciales G. C.
- Guante amarillo para montar y uso diario; para gala, guante blanco de algodón o estambre.
- Carabina con bayoneta.
- Dos pistolas de arzón.
- Espada de línea.
- Cartuchera con correa de ante y gancho para carabina.
- Cinturón del mismo color que la cartuchera.
- Silla como la de la Caballería del Ejército, con pistoleras.
- Correaje negro con hebillas de metal amarillo.
- Mantilla azul redonda con galón blanco.
- Maleta del mismo paño, con galón blanco y vivo encarnado.
Además, los caballos debían medir al menos siete cuartas y tres dedos (1,755 m), tener cola, no ser blancos ni píos, y tener entre seis y diez años.
Uniforme de la Infantería
Para la Infantería se dispuso:
Mochila de hule o encerado negro, con correas de ante.
Sombrero igual al de Caballería (tres picos con galón blanco).
Casaca como la del Arma, con faldón ancho.
Pantalón con vivo encarnado.
Zapato abotinado.
Levita azul para diario, con pantalón azul o pantalón de lienzo en verano.
Esclavina de paño verde.
Fusil más corto dos dedos que el ordinario, calibre de a 15 en libra.
Sable de Infantería del Ejército.
Pistola pequeña.
Cartuchera para 40 cartuchos, con su correa de ante, igual que el tahalí del sable y ceñidor, con chapa sencilla con las letras G. C.

Tabla resumen del origen de la Guardia Civil
Tabla resumen de la Parte 1
| “Primera vez” | Año | Descripción |
|---|---|---|
| Primer Director General | 1844 | El Duque de Ahumada es nombrado primer Inspector General de la Guardia Civil |
| Plantilla inicial del Cuerpo | 1844 | Se seleccionan los primeros ~2000 guardias civiles tras aprobarse las condiciones de Ahumada |
| Primera presentación oficial | 1844 | Primera parada pública el 10 de octubre ante Isabel II, con 5 compañías y 2 escuadrones |
| Primer armamento reglamentario | 1844 | Real Orden que regula fusil, sable, pistola, carabina y equipo para Infantería y Caballería |
| Primer servicio relevante | 1844 | Se evita el asalto a la diligencia de Extremadura y se capturan varios bandidos |
| Primer uniforme oficial | 1844 | Real Orden que aprueba la uniformidad de Caballería e Infantería, incluido sombrero de tres picos |
Conclusión
La Guardia Civil nació en un momento crítico para la seguridad en España y desde sus primeros pasos dejó una huella profunda gracias a su disciplina, eficacia y cercanía al ciudadano. Estos “primeras veces” muestran cómo, desde el mismo 1844, el Cuerpo empezó a construir los valores que lo han convertido en una institución respetada dentro y fuera de nuestras fronteras.
Sigue leyendo Historias de la Guardia Civil (Parte 2)
Historias de la Guardia Civil: Primeras normas, despliegue y misiones destacadas (Parte 2)
FAQ – Historias de la Guardia Civil (Parte 1)
La Guardia Civil se creó el 28 de marzo de 1844 durante el reinado de Isabel II.
Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada, nombrado Inspector General en 1844.
El 13 de noviembre de 1844, cuando evitó el asalto a la diligencia de Extremadura.
De tonalidad azul, con vivos encarnados y sombrero de tres picos, aprobado por Real Orden en junio de 1844.



